Los conductores de Panorama Político, Alejando Pérez y Jorge Espinola, entrevistaron telefónicamente al diputado provincial de Chubut Emanuel Fernandez.
Un salpicón semanal que ya está aquí,una vez más, burlando los satélites del Kremlin y de Washington, saltando la famosa grieta, no transitando por la ancha avenida, tomando mate y descifrando los enigmas del Anarcocapitalismo:"Dont tread on me".
Bajar de 0,5 a cero la tolerancia de alcohol en sangre para conducir en la Ciudad. Y crear una escala nueva para el descuento de puntos en el registro. A eso apunta el proyecto que presentó la Defensoría del Pueblo porteña en la Legislatura y que plantea una serie de cambios al Código de Tránsito y Transporte.
El alcohol al volante es una de las principales causas de tragedias viales en el país. En la Ciudad, cada dos horas un conductor de autos da positivo a un control de alcoholemia, según datos de la Fiscalía General porteña. En esos controles, 0,5 gramo por litro de sangre es el límite máximo tolerado para conductores de vehículos particulares, 0,2 para los de motos y cero para principiantes y profesionales (choferes de colectivos, taxis y camiones).
El proyecto de la Defensoría, en cambio, prohíbe manejar cualquier tipo de vehículo con más de cero gramo de alcohol por litro de sangre. Pero no prevé sanciones administrativas cuando la tasa no supera el 0,2 gramo, ya que hasta ese nivel puede estarse frente a un falso positivo.
Con esa "letra chica", la Defensoría busca concientizar sobre la importancia de no tener alcohol en sangre, y al mismo tiempo tener en cuenta que en la práctica un nivel de hasta 0,2 gramo puede corresponder a un falso positivo, debido tanto al margen de error propio de los alcoholímetros de aliento como a causas no relacionadas con el consumo de bebidas alcohólicas, como el uso de ciertos enjuagues bucales o la ingesta de una comida con vinagre o un budín con licor, por ejemplo.
El sistema propuesto establece además que se descuenten cinco puntos cuando la concentración de alcohol en sangre sea de entre 0,2 a 0,5 gramo por litro; de diez puntos en el rango de 0,5 a 1,5; y de 20 -el total del scoring porteño- si supera el 1,5 gramo.
“Es importante avanzar en una legislación que ofrezca un margen de mayor sanción a quienes conducen con alcohol en sangre. Una ley de este tipo es necesaria para evitar siniestros viales que en muchos casos nos hacen lamentar muertes y situaciones irreversibles”, destaca Alejandro Amor, defensor del Pueblo de la Ciudad.
Desde la Secretaría de Transporte porteña sostienen que, de aprobarse, esta norma será muy difícil de aplicar. Es que hoy, cuando el test da un nivel mayor a 0,5 gramo, al conductor se le retiene la licencia, se le labra un acta y se le retiene el vehículo, operativo que puede demorar hasta una hora. "Si eso se traslada a toda persona que conduce con mínimo 0,1 gramo, se estaría desperdiciando tiempo y recursos en casos que no representan riesgo", explican fuentes de esa Secretaría.
Para Fabián Pons, al frente de OVILAM (Observatorio Vial Latinoamericano), "el problema no lo tenemos con la persona que tiene 0,1 gramo de alcohol, sino con la que tiene un gramo, que es la que debería ser detenida una semana, o a la que se le debería sacar el registro, algo que no sucede con la ley actual".
La Asociación Luchemos por la Vida, por su parte, se pregunta si la Argentina está en condiciones de implementar con éxito esta medida. Es que, según denuncia el organismo en un comunicado, faltan controles "continuos y generalizados" en las rutas y se labran pocas multas por esta causa. "Antes habría que concentrar esfuerzos en superar los problemas para hacer cumplir la legislación vigente", destacan.
Viviam Perrone es fundadora de la organización Madres del Dolor y madre de Kevin Sedano, quien murió tras ser atropellado por un automovilista en 2002. Y tampoco ve con buenos ojos el proyecto. "Por supuesto que es mejor que se pida alcoholemia cero, pero son tan pocos los controles que no sirve de nada que salgan estas leyes", opina.
Entre las voces a favor está la de la FIA (Federación Internacional del Automóvil parra Latinoamérica). Pablo Azorin, jefe de seguridad vial de la organización, cree que "0,5 gramo de alcohol en sangre es muy alto. Ya con 0,3 o 0,4 se pierde referencia del entorno, uno se desconcentra más fácilmente y, por lo tanto, no se reacciona tan rápidamente".
El diputado Marcelo Guouman (Suma +), de la comisión de Tránsito y Transporte de la Legislatura, también está de acuerdo con el proyecto. "Estamos viviendo un aumento alarmante de consumo de alcohol, y es importante construir regulaciones que ataquen de raíz este comportamiento inadecuado”, considera.
Fuente: Clarin