Universidad docente: el Gobierno porteño rechazó el pedido de la Iglesia

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Publicado: 29/12/2017
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El proyecto de creación de una universidad para formar docentes tropezó ayer con un rechazo inesperado para el gobierno porteño. El cardenal primado de la Argentina, Mario Poli, le pidió en una carta abierta a Horacio Rodríguez Larreta que retire la iniciativa de la Legislatura y abra un "espacio de diálogo genuino y multisectorial".


Después del disgusto por la sugerencia, se descartó la posibilidad de aceptar esa demanda eclesiástica. El gobierno porteño considera que es la Legislatura el ámbito en el que debe darse el debate de esa iniciativa entre todos los actores involucrados, porque "la universidad tiene que ser una política de Estado que trascienda mandatos circunstanciales", admitieron ayer fuentes de la Ciudad a la nacion.

El proyecto de creación de esa universidad, que busca reemplazar los 29 centros públicos de formación docente, ingresó en la Legislatura porteña a fines del mes último y tendrá trámite parlamentario durante las próximas sesiones ordinarias, que empiezan en marzo.

"Justamente porque queremos que haya un debate amplio de todos los sectores es que no procuramos acelerar el tratamiento de la iniciativa durante este año", señalaron voceros del gobierno porteño.

Tras las elecciones legislativas de octubre pasado, el oficialismo tiene mayoría, con 33 diputados; la segunda fuerza es el kirchnerismo, con el bloque Unión Ciudadana, de 8 miembros; siguen Suma+ (6), Bloque Peronista (4), Partido Socialista (2), PTS Frente de Izquierda (2), Autodeterminación y Libertad (2), GEN (1), Frente de Izquierda y de los Trabajadores (1) y Mejor Ciudad (1).

Esas fuentes con acceso a Rodríguez Larreta y a la ministra de Educación, Soledad Acuña, señalaron que hace varios días comenzaron reuniones con distintos sectores de la sociedad para explicarles el proyecto y escuchar sugerencias.

La Nacion pudo saber que el propio Poli ya había tenido algún contacto con los funcionarios porteños y no les había anticipado que iba a difundir una carta abierta en contra de la iniciativa.

Sin tener en cuenta los adversos resultados que han alcanzado los alumnos porteños en las pruebas internacionales y locales, Poli advirtió: "Creemos que estamos ante una nueva posibilidad de diseñar una sólida política educativa en materia de formación docente y para ello consideramos que debiéramos encontrarnos en los provechosos espacios donde la participación amplia y el diálogo entre los sectores que están comprometidos en el arte superior de la enseñanza puedan llegar a consensos razonables y duraderos para el bien común de los niños y jóvenes argentinos".

El pedido de Poli fue elaborado junto con la Junta Coordinadora de Asociaciones de la Enseñanza Privada de la República Argentina (Coordiep), el Comité de Educación Superior de Gestión Estatal (Cesge), la Federación de Asociaciones Educativas Religiosas de la Argentina (Faera), el Profesorado Consudec, docentes e investigadores de la Universidad de Buenos Aires, la Asociación de Institutos de la Educación Superior (AIES) y la Vicaría de Educación del Arzobispado de Buenos Aires.

En su mensaje, el cardenal primado de la Argentina alerta: "La loable y rica trayectoria de cada institución formadora de docentes otorga una identidad particular en cuanto a cultura institucional, perfil formativo y proyección social. Consideramos que hoy estas probadas instancias formativas se ven amenazadas y con riesgo de desintegración".

En el gobierno porteño evitaron responder sobre si la postura de Poli y de las asociaciones de formación católica que cuestionan que el proyecto haya sido enviado a la Legislatura para su debate político está vinculada con las diferencias entre el papa Francisco y el presidente Mauricio Macri: "Nuestra intención es hablar con todos los sectores y que en la Legislatura, el ámbito natural donde se tienen que confirmar las políticas de Estado, se analice la iniciativa y se escuchen todas las voces para que la ley sea la mejor para la educación porteña".