La Catedral de Buenos Aires

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Publicado: 30/05/2016
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Hacer turismo por Buenos Aires, es una propuesta interesante, tanto para los extranjeros, como para los visitantes del interior del país, o para los propios porteños que, a menudo, no apreciamos en toda su dimensión las riquezas que alberga nuestra ciudad.


La Catedral Metropolitana, está ubicada frente a la Plaza de Mayo, en la intersección de la calle San Martín y la avenida Rivadavia, en pleno microcentro porteño.
El edificio actual es la sexta construcción que se realizó en este lugar desde la segunda fundación de la Ciudad de Buenos Aires.

Cuando Juan de Garay, fundó Buenos Aires –entonces Trinidad- , allá por 1580, destinó para la catedral el mismo predio en el que hoy está emplazada. Fue erigida en 1593 y era una simple construcción con tapias de adobe y madera, que en 1605 el gobernador Hernandarias mandó demoler por “muy vieja e indecente”.
Desde entonces se construyeron seis edificios diferentes, que debieron ser renovados por inundaciones, incendios, materiales precarios y defectos estructurales.
La segunda construcción se hizo en 1618, pero el edificio resultó pequeño y en 1621 ya se hablaba de construir otro destinado a la catedral.
En 1671 se construyó un nuevo edificio que constaba de tres naves, techo de madera y una torre de proporciones regulares. La precariedad de los materiales con que fue construida, obligó a repararla en 1680. Pero, las dificultades económicas demoraron las obras de reconstrucción.

La construcción definitiva comenzó en 1752 bajo la dirección del arquitecto italiano Antonio Masella y se completó en 1852, aunque su decoración concluyó recién en 1911. Se fue edificando con los bienes de la Iglesia y con la cooperación económica del pueblo, porque la ayuda del Reino de España llegó en forma tardía.
En 1778 fue demolido el pórtico porque no concordaba con las proporciones del edificio de la catedral; también fueron demolidas las torres por no estar de acuerdo con el estilo del templo.

Cuando la Argentina ya se había independizado de España, Bernardino Rivadavia, que entonces era ministro del gobierno de Martín Rodríguez, se interesó en la conclusión de las obras de la catedral, que comenzaron en 1822.
La Catedral fue declarada monumento histórico el 21 de mayo de 1942.
Su curia fue incendiada en 1955 en respuesta al Bombardeo de la Plaza de Mayo.
En 1994, comenzó una intensiva obra de restauración y puesta en valor del templo dirigida por el arquitecto Norberto Silva. La finalización de los trabajos fue celebrada el 13 de octubre de 1999 con una misa brindada por el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio
En 2013 en ocasión del Sesquicentenario de la inauguración del alto relieve de la fachada, el Gobierno de la Ciudad junto a los equipos de la Catedral, restauró del pórtico en el marco del Plan Microcentro.

Su estructura final es neoclásica y tiene un perfil poco usado en las catedrales, dándole un parecido más cercano a un templo griego que al clásico edificio católico.
En 1822, los franceses Próspero Catelin y Pedro Benoit diseñaron la fachada, cuyas 12 columnas simbolizan a los doce apóstoles de Jesús.
El interior tiene naves, capillas laterales y un crucero que se halla bajo una impresionante cúpula que alcanza los 41 m de altura.

Otro detalle de importancia es la ornamentación del frente, realizada en 1860 por el escultor francés Joseph Dubourdieu que realizó el bajorrelieve del frontispicio, que representa el encuentro de Jacob con su hijo José en Egipto.
En 1877 el arquitecto Enrique Alberg reformó una nave lateral para dar lugar al mausoleo del general José de San Martín, obra del escultor Albert ErnestCarrier-Belleuse.
Las catorce pinturas del Vía Crucis son obra del italiano Francesco Domenighini, y originalmente se encontraban en la Iglesia del Pilar.
El altar mayor, dorado y de grandes proporciones, se impone en el medio como el punto más destacado del centro.

En el suelo del atrio, frente a la puerta central, se halla una estrella de ocho puntas, que indicaba el punto de apoyo para la nivelación de la ciudad.
Es uno de los templos que impresionan por su volumen y grandiosidad. Su nave central está próxima a los cien metros de largo, el piso hecho con mosaicos diminutos de especial belleza, tiene una superficie que se aproxima a los tres mil metros cuadrados.
Es uno de los pocos edificios catedralicios de la Argentina que posee una nártex. Es decir, un pórtico de entrada, cerrado, con lo que podríamos "llamar doble pórtico", como si fuera un gran vestíbulo, anexo a las naves de templo.

En la catedral se encuentra un mural en conmemoración de las víctimas del Holocausto, las bombas de la Embajada de Israel y de la AMIA.
La Catedral funciona también como museo de honor al Papa Francisco, ya que desde 1998 y hasta su consagración como Sumo Pontífice el 19 de marzo de 2013, Jorge Bergoglio fue Arzobispo de Buenos Aires y el encargado de conducir la Arquidiócesis.
Allí el visitante podrá encontrar objetos personales y litúrgicos que utilizó durante los 15 años de su ministerio pastoral en la Ciudad.

El horario de la iglesia es de lunes a viernes de 8 a 19 horas y sábados y domingos de 9 a 19:30 horas.
Dispone de un servicio de visitas guiadas y de audio guías en diferentes idiomas.