Por el dólar caro, el turismo extranjero y los hoteles crecen en la Ciudad

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Publicado: 20/11/2018
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En los primeros ocho meses del año, la Ciudad recibió 48.000 turistas más, lo que representa un 4% que en el mismo lapso de 2017, sólo contando ingresos por avión.


Ocurren al menos dos circunstancias que explican por qué llegan más turistas a Buenos Aires. Una tiene que ver con la economía: la fuerte devaluación del peso frente a monedas fuertes como son el dólar o el euro. La segunda, que tiene que ver con una estrategia aerocomercial a nivel país, es el incremento de los vuelos internacionales. Por vía aérea, durante agosto, creció un 8,6% el ingreso de visitantes internacionales en la comparación año a año.

La Ciudad también aporta su cuota para atraer turistas: circuitos gastronómicos, culturales, deportivos, históricos, teatrales y arquitectónicos, entre muchos otros. El tango, la carne, el fútbol y el polo, más de 50 visitas guiadas gratuitas, 10 restaurantes dentro del ranking World’s 50 Best 2018, el Teatro Colón y decenas de etcéteras.

A nivel económico, el peso es una de las monedas que más se depreció en el mundo en lo que va del año. Señal de largada para aquellos turistas que definen un destino en función de los costos. Y en relación a los vuelos, contando las frecuencias que se sumaron durante octubre y lo que va de noviembre, la Ciudad agrega 900.000 asientos de forma anualizada en rutas aéreas con diferentes destinos internacionales. Más allá de que estos aviones estén al 100% ocupados o no, la cifra habla del flujo de vuelos. En las próximas semanas la low cost de Lufthansa (Edelweiss Air) sumará dos frecuencias semanales a Zürich (Suiza) y American Airlines 3 vuelos por semana a Los Angeles (Estados Unidos). Y tanto Flybondi como la chilena Jetsmart, que comenzará a operar en el país, empezarán a conectar el aeropuerto de El Palomar con Asunción, Punta del Este y Santiago de Chile.

Entre las diversas categorías hoteleras, Buenos Aires suma 70.000 plazas, de las cuales 11.000 son de cinco estrellas. Para acompañar la llegada de turistas y mejorar la calidad de los alojamientos, el Ente de Turismo de la Ciudad e Invest BA (la agencia oficial de promoción de la Ciudad en el exterior) llevaron a la Legislatura porteña un proyecto que ya fue aprobado por los diputados. La idea es otorgarles incentivos fiscales a la industria hotelera, para quienes construyan un nuevo establecimiento o realicen obras de remodelación y ampliaciones.

Por el dólar caro, los comerciantes estiman que el turismo extranjero en la Ciudad crecerá un 5% en el último trimestre
Será un crédito fiscal aplicable contra el pago de los Ingresos Brutos generados por el establecimiento durante los diez años siguientes a la aprobación del incentivo. Equivaldrá a un porcentaje de la inversión realizada. Cuando se construya un hotel nuevo, ese crédito será del 10%, con un 2% o un 5% adicional según la zona donde esté ubicado.

En el caso de la remodelación, el crédito será del 40%, con un 10% adicional si el titular del hotel es una pyme y el 10% extra si el establecimiento se encuentra ubicado en un Área de Protección Histórica. En el Ente de Turismo prevén "inversiones por US$ 570 millones hacia 2025 y 1.400 nuevos empleos estables en hoteles, más los empleos indirectos que generan la industria hotelera y la construcción", explicaron.

"Consideramos que es una buena idea. Es necesario incentivar a los hoteles que ya están trabajando, les daría la oportunidad de invertir lo que hoy se lleva el fisco. Lo importante es que la ley alcance a todos, que favorezca a los de cinco estrellas pero también a los de dos o tres estrellas", analizó Ariel Amoroso, presidente de la Asociación de Hoteles Restaurantes, Confiterías y Café (AHRCC).

Días atrás, la desarrolladora NorthBaires anunció la llegada al país de una de las cadenas hoteleras mas importantes del mundo: The Ritz - Carlton. La empresa argentina compró por 57 millones de dólares una de las parcelas que puso a la venta la Corporación Antiguo Puerto Madero -junto al campo de deportes del Colegio Nacional Buenos Aires- y allí podrá construir dos torres de hasta 39 pisos. Además del hotel, habría viviendas, restaurantes, cafés y locales comerciales.

"Este tipo de cadenas suman a una ciudad importante como es Buenos Aires. Por otra parte, aunque quizá la plaza no sea rentable, las marcas quieren estar, y generan entre sus clientes promociones de los destinos en los que se encuentran", evaluó Gabriela Akrabian, también de la AHRCC y especialista en temas hoteleros. Pero se mostró cautelosa respecto al impacto de la devaluación en el mercado del turismo: "Cuando el país va bien, el turismo también. Porque una de las primeras cosas que se recortan frente a una crisis es lo turístico. Respecto a los extranjeros que pueden aprovechar la devaluación, aún es un poco temprano para analizarlo porque históricamente los meses de septiembre, octubre y noviembre son la temporada alta en la Ciudad. Hay convenciones, congresos, capacitaciones, incentivos corporativos y este año se sumaron el G20 y los Juegos Olímpicos de la Juventud".

Los alquileres temporarios, la pelea de los hoteleros
Airbnb, la red de huéspedes y anfitriones que incursionó en los alquileres temporarios, puso en peligro el formato de hospedaje habitual. Al punto de mover los cimientos de ese negocio en Nueva York, Barcelona, Buenos Aires y cualquier punto del mundo, en el que el turismo sea una industria.

La plataforma digital conecta a turistas con personas que tienen un espacio disponible para alquilar en forma temporaria. En Buenos Aires empezó a sumar usuarios seis años atrás, pero el mayor crecimiento se dio entre 2015 y 2016, con un 50% más de huéspedes.

La lista de obligaciones de los hoteles incluye derechos de autor por tener televisores en las habitaciones, IVA, impuesto a las ganancias, al cheque, Ingresos Brutos, cargas sociales, municipales, convenios colectivos de trabajo, y la enumeración sigue. Pero las plataformas como Airbnb, y otras, no las cumplen, ni por el momento están obligadas a hacerlo. Lo que enfurece al sector hotelero, que demanda condiciones iguales de competencia.

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