Los conductores de Panorama Político, Alejando Pérez y Jorge Espinola, entrevistaron telefónicamente al diputado provincial de Chubut Emanuel Fernandez.
Un salpicón semanal que ya está aquí,una vez más, burlando los satélites del Kremlin y de Washington, saltando la famosa grieta, no transitando por la ancha avenida, tomando mate y descifrando los enigmas del Anarcocapitalismo:"Dont tread on me".
La devaluación no alcanzó para atraer a más turistas extranjeros. Esto, sumado al aumento de los gastos fijos para los comerciantes, dejó a la peatonal Florida con una cantidad récord de locales vacíos: 21%, más del doble de lo habitual.
Así lo indica un informe de la consultora Adrián Mercado, que relevó todos los comercios a la calle y galerías de la arteria, rubro por rubro. Y revela que, de los 1.286 locales existentes, 272 (uno de cada cinco) están desocupados.
La nueva cifra preocupa, en una arteria cuya desocupación no solía superar el 10% y muchos comerciantes debían esperar meses para poder hacerse de un local. Poco importa que los propietarios hayan bajado los alquileres: Florida está cada vez más vacía.
Según el informe, el consumo de los argentinos cayó, “aunque se recuperaron las compras de algunos extranjeros beneficiados por la devaluación”. Pero eso no alcanza para aumentar la rentabilidad ni hacerse cargo de los gastos fijos. Por un lado, hay una menor demanda. Por el otro, está la suba del costo de mantenimiento de los locales por el impacto de las tarifas de luz e impuestos.
“Desde hace seis o siete años que no había tantos locales desocupados. Es por eso que los propietarios no actualizaron los valores en pesos al dólar actual”, reconoce Héctor López Moreno, presidente de la asociación Amigos de la Calle Florida.
Es que el metro cuadrado en Florida cotiza en dólares, una moneda que pasó a valer casi el doble de un mes a otro, y así también se duplicó el costo de la renta de un local en esa calle, aunque no así los contratos de alquiler. En un contexto de espacios vacíos y baja del consumo, entre mayo y noviembre los valores en la peatonal sufrieron la baja más fuerte de los últimos tiempos, con un promedio que pasó de los US$ 82 a los US$ 66 por metro cuadrado, de acuerdo al relevamiento.
Es cierto que los precios de Florida estaban muy por encima de la competencia de otros corredores caros, como Santa Fe y Coronel Díaz, Acoyte y Rivadavia o Cabildo y Juramento, y eso hizo necesario el ajuste. Pero otro de los motivos de la baja es la resignación de los propietarios, que disminuyen el monto de los contratos porque también a ellos les sale caro tener un local desocupado.
En el caso de locales comerciales, hay mayor flexibilidad para negociar porque los dueños saben que los inquilinos no pueden pagar un costo mayor y, en el contexto actual, sólo intentan sobrevivir. Sin embargo, indica el informe, hay consenso en que se estaría llegando a un límite en esas renegociaciones y no hay mucho más para ajustar. Los que directamente no dan el brazo a torcer son los propietarios de oficinas, mucho más reticentes a perder rentabilidad.
En ese sentido, los valores del metro cuadrado en dólares, que a su vez en estos tiempos es volátil, no atraen a inversionistas: pocos se animan a firmar un contrato de alquiler en este contexto. Y muchos que sí lo habían hecho tuvieron que cerrar las puertas de los negocios en el último tiempo.
De los 1.284 locales que hay en Florida, 785 están en 17 galerías, de los cuales 223 están desocupados. Otros 326 dan a la calle, 48 de los cuales se encuentran vacíos. Y los 173 restantes están en Galerías Pacífico, con un 100% de ocupación, una de las pocas que escapa a este fenómeno.
El otro paseo que no se vio afectado por esta crisis es la galería Güemes. El relevamiento de la consultora había detectado allí un local vacío, pero en una recorrida de este diario se comprobó que fue ocupado recientemente por una joyería, lo que le da al lugar ocupación total.
Los rubros con mayor presencia en la peatonal son ropa, informática y sastrerías. Sin embargo, hay más locales vacíos que comercios de esas categorías. Es que, en términos generales, el nivel de desocupación que se suma a lo largo de toda la calle es del 21%. Y ese número está por encima de los rubros que ocupan la mayor cantidad de espacios, que son el de indumentaria, con el 19%, y el de artículos de computación, con 9%.
A su vez, el público que recorre Florida también fue cambiando. De acuerdo al relevamiento, quienes transitan por la peatonal son en su mayoría extranjeros: muchos argentinos, tanto porteños como de las provincias, la esquivan por las dificultades para circular por ella -derivadas de su escaso mantenimiento- y también, a veces, por la inseguridad.
También hay transformaciones en los rubros, que tienen su impacto. “Se autorizó la apertura de supermercados en la calle Florida, y eso hizo que bajara mucho la cantidad de gente que puede caminar por allí. Los camiones llegan y descargan la mercadería, incluso en horarios no permitidos”, destaca López Moreno.
Ni siquiera la Navidad logró hacer remontar un poco la peatonal, al menos estéticamente: prácticamente no hubo decoración, cuando otros años contaba con luces y adornos asignados especialmente.
Con todo, los comerciantes ven una luz de esperanza, para la cual deben darse al menos una de dos condiciones. Una es que crezca el turismo internacional, atraído por un peso devaluado. La otra es que aumente el consumo local en los próximos meses, si es que el dólar sigue estable y hay una recomposición salarial a partir de las paritarias. Mientras tanto, esta calle seguirá luciendo decenas de persianas bajas.
Basta recorrerla unos minutos para advertirlo: la calle Florida sufre la falta de mantenimiento. Cuando llueve, los baches se convierten en grandes charcos con fondo de barro. Y a los pozos y parches se les suman papeles en el piso y chicles pegados. Así, la que una vez fue la peatonal porteña por excelencia se convierte en un verdadero desafío para quienes caminan por allí.
“Tenemos mucha suciedad y roturas. Antes había trabajadores del Gobierno de la Ciudad, que limpiaban los maceteros y recortaban las plantas, pero ya no están más y ahora se ve un gran deterioro”, lamenta Héctor López Moreno, presidente de la asociación Amigos de la Calle Florida.
A su vez, el pavimento “exige tareas de mantenimiento al menos cada seis meses con una laca especial, pero eso no se hace”, sostiene el comerciante.
Así es como se generan enormes parches, especialmente entre Corrientes y Diagonal Norte. En muchos casos, como resultado de reparaciones de empresas de servicios. “En vez de colocar malla metálica, plancha de goma y hormigón, ponen cemento con arena, que se va saliendo con las pisadas”, lamenta López Moreno.