En el Área Metropolitana, menos basura: el fenómeno impensado que provocó la cuarentena

Comparte esta publicación:

Compartir |



Publicado: 21/06/2020
<< ANTERIOR    SIGUIENTE  >>

Al pasar más tiempo en casa por la cuarentena, es común ver más suciedad que nunca, la bacha rebosante de platos, la cocina que, ni bien se limpia, ya se vuelve a manchar.

Lo mismo podría pensarse de los residuos domiciliarios: a más horas en el hogar, más basura acumulada. Pero los números oficiales muestran que, en la Ciudad de Buenos Aires, su cantidad cayó a niveles inéditos. En mayo la merma llegó a un 35% con respecto al mismo mes del año anterior. Lo mismo ocurrió con los residuos comerciales, que bajaron un 39%.

Los datos son de la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE)​, a cuyo complejo de José León Suárez llegan los residuos domiciliarios de la Ciudad de Buenos Aires y 51 municipios bonaerenses. Esto incluye también la basura que se arroja en los cestos callejeros y cualquier otro desecho que levante un camión municipal.

“Ahora no están entrando todos los trabajadores que ingresaban diariamente a Capital. Además, hay menos gente circulando en la calle, menos consumo callejero y, por lo tanto, menos envases en los cestos públicos o en los locales de comida”, explica Maceiras. Esto hizo también que en mayo bajaran en un 39% los residuos generados por comercios, restaurantes, bares y confiterías, en relación al mismo mes del año pasado.

Sin embargo, no todos son motivos para celebrar en lo que a basura se refiere. En tiempos de cuarentena, la actividad de los cartoneros en la Ciudad está prohibida, excepto la de unos pocos que trabajan con grandes generadores, como farmacias o supermercados. En ese contexto, la separación en origen y el reciclaje se desplomaron, porque su traslado a las plantas de tratamiento está limitado.

Así es que los reciclables se apilan en campanas verdes, contenedores y puntos verdes automatizados. De allí, informan en el Gobierno porteño, son trasladados en camiones y acopiados hasta que los centros verdes de reciclaje puedan volver a funcionar. Un sistema de emergencia que, como está a la vista, tiene sus esperables fallas.

Como pudo comprobar este diario, muchos puntos verdes, al no estar automatizados, terminaron colapsados, sobre todo en zonas donde no hay campanas verdes. A los vecinos de esos barrios no les queda otra entonces que tirar todo junto, aunque separen residuos desde hace años.

“Unos guardaparques me invitaron a tirar los reciclables al tacho común porque no hay gente destinada a los puestos verdes. Se llenan de basura que la gente lleva, ya separada, y que queda ahí, a la buena de algún cartonero que circule”, cuenta Pablo (35), vecino de Saavedra.

Desde el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad remarcaron que, en esos casos, es útil buscar los Puntos Verdes automatizados o campanas verdes más cercanas en el mapa de la Web buenosaires.gob.ar/reciclables. Sin embargo, en ese plano no se especifica cuáles de los Puntos Verdes son automatizados y cuáles no.

www.clarin.com