Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) sostiene que no hubo ninguna advertencia expresa sobre la presencia de amianto en las formaciones, una situación que ya era conocida el Metro de Madrid. En la empresa porteña creen que esa omisión fue maliciosa: de haberlo reconocido los vagones deberían haber terminado en un depósito de chatarra.
Es la misma opinión que emitió el diario El País sobre la compra que realizaron Mauricio Macri y el controvertido Juan Pablo Piccardo, ex titular de SBASE. "El Metro de Madrid se frota las manos con los 4,2 millones de euros que ha sacado por la venta de unos vagones carne de chatarrería tras 32 años de traqueteo", publicó el periódico español cuando se confirmó la compra.
LPO pudo saber que para SBASE existió "mala fe" por parte de sus colegas madrileños en la adquisición de los vagones y por eso piden la nulidad del contrato. Consideran que no estaban aptos para un destino comercial y que en 2017, una vez enterada de que los coches contenían amianto, la empresa madrileña no informó la situación a su par argentina.
"La demanda tiene que ver con implicaciones civiles, derivadas del hecho de que Metro de Madrid vendiera vagones con amianto sin advertir expresamente de ello", expresaron desde el gobierno porteño.
"La empresa estatal debería haber obrado en el marco de la normativa española que desde 2001 prohíbe la comercialización de equipos con amianto. El Metro de Madrid actuó como si los equipos no tuviesen amianto, pero no lo ignoraba ni tampoco podía ignorar el riesgo que significaba", completaron.
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