Los conductores de Panorama Político, Alejando Pérez y Jorge Espinola, entrevistaron telefónicamente al diputado provincial de Chubut Emanuel Fernandez.
Un salpicón semanal que ya está aquí,una vez más, burlando los satélites del Kremlin y de Washington, saltando la famosa grieta, no transitando por la ancha avenida, tomando mate y descifrando los enigmas del Anarcocapitalismo:"Dont tread on me".
En el relevamiento participaron 3.726 personas, de entre 18 y 90 años, que respondieron un cuestionario online sobre sus hábitos alimentarios y de consumo en la cuarentena. El promedio de edad de los encuestados es de 51 años. El 74% son mujeres y el 26%, hombres. Cerca de la mitad vive en hogares compuestos por al menos dos adultos, sin chicos ni adolescentes.
El dato más contundente es que en el 68% de los hogares aumentó la práctica de cocinar. Sobre todo, en las familias con niños, niñas o adolescentes (73,9%). "Esto pasa, en parte, porque se está más tiempo en la casa, pero también porque muchas comidas antes se hacían en el trabajo o el comedor escolar. Es un buen momento para aprovechar para incorporar a los chicos a la cocina y que conozcan los alimentos saludables", afirma la nutricionista Cecilia Antún, directora de Desarrollo Saludable de la Ciudad.
Encerrados, los porteños se animaron a probar cosas diferentes: el 76,8% preparó al menos una receta nueva durante estos días de aislamiento social. Al mismo tiempo, un 65,4% de los encuestados afirmó que ahora consume menos comidas hechas.
La contracara de esto es que en cuatro de cada diez hogares se "picotea", es decir que se come entre horas.
"El picoteo no es algo que apareció con la cuarentena. Existía desde antes en el perfil de la dieta de los argentinos, sobre todo en los hogares con chicos en edad escolar. Tiene lógica que se acreciente, por la ansiedad, el aburrimiento y el encierro. También porque las horas frente a la pantalla aumentaron", señala Antún. Y explica que, generalmente, no se picotean snacks saludables, como una fruta, sino alimentos ricos en grasas, azúcar, sal y aditivos.
www.clarin.com Foto: Marcelo Carroll