Los conductores de Panorama Político, Alejando Pérez y Jorge Espinola, entrevistaron telefónicamente al diputado provincial de Chubut Emanuel Fernandez.
Un salpicón semanal que ya está aquí,una vez más, burlando los satélites del Kremlin y de Washington, saltando la famosa grieta, no transitando por la ancha avenida, tomando mate y descifrando los enigmas del Anarcocapitalismo:"Dont tread on me".
Este lunes, en las escuelas secundarias de la Ciudad de Buenos Aires, volverá la presencialidad plena. Como antes de las últimas restricciones, los estudiantes asistirán al colegio de lunes a viernes. Hasta la semana pasada, la cursada había sido bimodal, en forma remota y en las aulas.
El momento elegido para que los alumnos regresen en forma completa a las instituciones públicas y privadas responde a una necesidad de nivelación y consolidación de conocimientos. "Son quince días clave para que puedan reforzar sus aprendizajes en las aulas previo al cierre del cuatrimestre y las vacaciones de invierno", dijeron voceros del Ministerio porteño de Educación.
El nivel secundario era el que faltaba para que en la Ciudad todas las etapas -maternal, inicial, primaria y especial- tuvieran la totalidad de las clases en las aulas.
Según el Ministerio porteño, la incorporación aumentará un 16 % la circulación de personas. "El escenario actual nos muestra a 596.218 personas -estudiantes y docentes- moviéndose exclusivamente por temas escolares. Ahora serán 692.260", evaluaron.
La suspensión de las clases presenciales para el nivel secundario fue una de las medidas implementadas en mayo, tras el aumento de casos en el Área Metropolitana. Primero el Gobierno porteño resolvió que los alumnos de primer y segundo año siguieran yendo a clases, mientras que los estudiantes de tercero, cuarto, quinto y sexto (55.000 en total) pasaron a un esquema virtual. Y para estos, desde el 14 de junio, se implementó una modalidad combinada: 50% del tiempo en la escuela y el otro 50% estudiando a distancia.
Desde este lunes la mayoría de las escuelas podrá recibir a todos los estudiantes, todos los días. Pero no todos los establecimientos están en las mismas condiciones. Lo que implica que cada comunidad escolar deberá readaptar los horarios y las burbujas para poder garantizar la mayor cantidad de clases presenciales.
En territorio porteño, el curso completo es considerado una burbuja pero, para cumplir con la distancia mínima de 1,5 metros y la ventilación necesaria dentro del aula, cada establecimiento puede organizarse en distintos subgrupos.
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