Preparan una campaña para cambiar el mal hábito masculino de "manspreading" en los subtes

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Publicado: 29/08/2017
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Invaden los asientos vecinos e incomodan a otros pasajeros. Los especialistas dicen que es por machismo. En ciudades como Nueva York o Madrid hacen campañas para combatir esta costumbre. Y en Buenos Aires analizan lanzar una en el subte.


Es una conducta tan naturalizada, que pocos reparan en que es muy molesta para los demás. Como es típicamente masculina, fue bautizada "manspreading". En español, hombre extendiéndose, desparramándose. Se trata del hábito de sentarse en el transporte público con las piernas tan separadas que ocupan más de un asiento. Ocurre en ciudades de todo el mundo y también en Buenos Aires, donde Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) ya hizo un video al respecto como parte de su campaña para mejorar los hábitos en los viajes bajo tierra.

Hace dos años, la actriz Helen Mirren fue fotografiada viajando en el subte neoyorquino. En The Tonight Show, Jimmy Fallon le mostró la imagen y ella señaló: "El hombre sentado a mi lado está haciendo esa clásica cosa del 'manspreading'. Los hombres hacen eso. ¡Lo hacen en el teatro!". El entrevistador acotó: "Es una cosa nueva". Y ella lo corrigió: "No, siempre lo han hecho, nada más que ahora se le puso un nombre. Lo hacen en los aviones, en los trenes. Es muy irritante".

Un año antes, la Federación de Transporte de Nueva York había lanzado una campaña contra este mal hábito, con carteles advirtiendo: "Dude, stop the spread. Es una cuestión de espacio". Y hace dos meses, la Empresa Municipal de Transportes de Madrid -ciudad donde lo llaman "despatarre masculino"- puso un pictograma en los autobuses con un varón con sus piernas abiertas y una cruz roja de prohibición.

Un hombre ocupando el espacio de dos en un asiento alargado de la línea B o C. Mujeres que se repliegan todo lo que pueden, mientras que sus vecinos de asiento avanzan sobre sus lugares en los angostos asientos de las líneas A, D o H. Las escenas son cotidianas también en Buenos Aires y sobre todo en el subte.

En Metrovías explican que esta actitud se traslada desde la superficie al subterráneo y responde a una cuestión cultural. En Sbase afirman que, junto a la Secretaría de Cultura Ciudadana del Gobierno porteño, están considerando incluir la temática del manspreading en la campaña para mejorar los hábitos en el subte. Mientras, la empresa estatal difundió por sus redes sociales un video donde, en clave de humor, se muestra la lucha de una chica para sentarse entre dos varones demasiado expansivos. "¿Cuántas minas hacen lo mismo con el bolso?", cuestiona un hombre que lo vio en Instagram.

"La conducta de la mujer con su bolso no es análoga, porque no ocupa el espacio con su cuerpo", diferencia el psiquiatra Enrique Stola. ¿Por qué los hombres se sientan así? El especialista en violencia en género sentencia: "No hay ningún motivo biológico ni anatómico que fundamente esa invasión del espacio con la expansión del cuerpo masculino".

"Viajo a diario en la línea B. Casi siempre, cuando se te sienta un hombre al lado, abre las piernas y te obliga a correrte. Pero cuando te movés, abre todavía más las piernas e igual terminás apretujada", se queja Martina Fernández, una pasajera.

Para Stola, el manspreading es un indicador de machismo: "En todas las sociedades el espacio público está organizado por la forma de ver el mundo de los hombres. En el proceso de socialización hay un mandato de autocontrol del cuerpo para las niñas y de expansión y conquista para los niños. Esto está directamente relacionado con el ejercicio de la dominación masculina. Cuerpos machistas que sólo buscan que los sirvan y su comodidad sin tener en cuenta las necesidades de quienes lo rodean, especialmente si son mujeres o del colectivo LGTB".

"Es una falta de consideración hacia los demás y un uso abusivo del espacio público -analiza la abogada Natalia Gherardi, directora del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género-. Y tiene que ver con cómo se planta el propio cuerpo en ese espacio. Las mujeres solemos hacernos más pequeñas. La forma 'adecuada' de sentarse de una señorita se supone que es con las piernas cruzadas recatadamente. El estereotipo de género del varón, en cambio, es dominante. Se planta firme y ocupa el lugar".

Fuente: clarin.com