En lo que va del 2019 se produjeron más de 34 casos de incendios provocados en locales gastronómicos por grasa acumulada en campanas y/o extractores. Estadísticamente, más del 70% de los incendios ocurridos en restaurantes, parrillas y pizzerías de la Ciudad se originan por este motivo.
Es además una de las causas por los cuales más actas han sido labradas por la Dirección General de Higiene y Seguridad Alimentaria de la Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad. Hasta septiembre de este año se llevaban labradas 242 actas por campanas sucias.
Este tipo de instalaciones expulsan humos impregnados de elementos grasos de alta capacidad de ignición que se van adhiriendo a las paredes internas y quedan retenidos en los filtros.
La falta de limpieza de las campanas hace que la grasa se acumule lo que incrementa el peligro de propagación inmediata de fuego ante la acción del calor extremo o de alguna chispa emanada por los carbones encendidos (esto especialmente en las parrillas).
Por eso es sumamente importante la limpieza a diario de estos conductos. Si bien la suciedad en campana no es motivo de clausura, a menos que la grasa sea tal que corra riesgo de contaminar alimentos, en el transcurso de este año se clausuraron 336 locales gastronómicos por suciedad de distinto tipo.
"Es de vital importancia que todos los locales gastronómicos cuenten con las medidas de seguridad e higiene para funcionar. Desde la AGC los acompañamos con inspecciones programadas en integrales. Buenos Aires apunta a ser capital gastronómica de Iberoamérica por su gran variedad de ofertas y lugares. Entre todos debemos colaborar para que mejore día a día", sostuvo Ricardo Pedace, director ejecutivo de la AGC.
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