Convivencia política: Larreta y Wado de Pedro suman intereses comunes

Comparte esta publicación:

Compartir |



Publicado: 09/01/2020
<< ANTERIOR    SIGUIENTE  >>

Arreglos que se vienen dando entre Ciudad y Nación. El factor Macri y los planes futuros.

Por tercera vez en un mes, Horacio Rodríguez Larreta volvió a cruzar la explanada de la Casa Rosada, por la misma que ingresan todos los días desde el Presidente y sus ministros hasta los invitados estelares, para seguir afinando la sintonía con Alberto Fernández.
 
El lunes pasado, entrada la tarde y casi en silencio, ingresaba para volver a reunirse en privado con Wado de Pedro. El ministro es el delegado oficial para representar la voz presidencial en esa alianza subterránea. Se sabe que tiene el hábito de anotarlo todo en su libreta personal, que esta vez puso al servicio de los escenarios posibles que el porteño planteó, como moneda de cambio, ante la inminente reducción de la masa coparticipable que el ex presidente Mauricio Macri había engrosado para la Ciudad de Buenos Aires para financiar el traspaso de la Policía.
 
La reciprocidad entre Alberto Fernández y Rodríguez Larreta ya lleva varios capítulos. Luego de las felicitaciones por el triunfo electoral, hubo cumbre las oficinas de Puerto Madero a pocos días de la asunción presidencial y se comprometió a levantar las rejas de la Plaza de Mayo, en lo que fue el primer gesto inaugural del diálogo abierto y fructífero entre ambos líderes.
 
En la primera semana al frente de la Casa Rosada, Fernández mandó a llamarlo para sumarlo a la firma de la suspensión de la adenda fiscal. Un día antes de la foto junto al Presidente y el resto de los gobernadores, Rodríguez Larreta se había reunido con De Pedro para manifestar sus inquietudes sobre el reparto de los fondos coparticipables.
 
Además de la necesidad de recursos para concretar su plan de obras, hay un interés compartido más que evidente: licuar la sobrevida política de Mauricio Macri y la capacidad de daño de los “polarizadores” que lo acompañaron durante su gobierno. Mientras que Rodríguez Larreta apuesta a reinar en la interna de Juntos por el Cambio para sentar las bases de sus aspiraciones presidenciales, en el oficialismo se benefician de la división del frente opositor. Es por eso que Alberto Fernández piensa en Rodríguez Larreta como el jefe opositor más deseable para estos tiempos.
 
“Necesitamos gobernar sin mayores complicaciones, hacer una buena gestión y para eso necesitamos de los fondos que gire la Nación. De acá a un mes podría haber definiciones”, señalaba a Noticias Urbanas un miembro del gabinete porteño. La prioridad para el Gobierno de la Ciudad es terminar las obras en la Avenida Rivadavia del soterramiento de la línea del tren Sarmiento, entre otras iniciativas que fueron un eje central durante su reciente campaña electoral para su reelección.
 
En la “Argentina unida” que sueña el Presidente, Rodríguez Larreta puede ser un importante servidor, sabiendo que además dentro de su administración ha sumado en su armado silencioso a Rogelio Frigerio y Emilio Monzó, que han colocado hombres de confianza en el gobierno porteño y trabajarán activamente en su armado nacional, pero que además, tal como lo hicieron durante el gobierno anterior cuando integraban el ala política resiliente de los embates de los macristas puros por proponer apertura política y mejor diálogo con el adversario político.
 
Sacar las rejas de la Plaza de Mayo, desde lo simbólico, es un aporte para empezar a cerrar la “grieta”. La sintonía fina quedó en evidencia cuando tras los anuncios nacionales sobre el congelamiento de tarifas en el transporte, el Gobierno de la Ciudad anunciaba una medida calcada para los pasajeros del subte, aunque en su combo, también iba a incluir fuertes aumentos para los porteños (vtv, acarreo, parquímetros, etc).
 
Hay que subrayar también que hay una amistad muy cercana entre Rodríguez Larreta y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. En Casa Rosada, no quieren dar pista alguna sobre las soluciones que demanda e Jefe de Gobierno, porque, según aclaran, hoy por hoy la prioridad es “apagar incendios” en algunas provincias con sus cuentas públicas comprometidas y apretadas por la coyuntura. Igualmente, desde ambos despachos, reconocen que más temprano o más tarde llegarán algunas soluciones,  ante la poda de la masa coparticipable que afectará las arcas porteñas.
 
La Capital aporta a la masa coparticipable entre el 22% y el 25% del total y actualmente percibe el 3,5%. En 2016, Macri subió el coeficiente de participación de la ciudad del 1,4% al 3,75% cuando transfirió la Policía Federal a la órbita de Larreta.
 
Luego, se redujo al 3,5% con el Pacto Fiscal. En la Argentina solidaria que imagina Alberto Fernández el ajuste pasará por los que mejor están. Y la Ciudad de Buenos Aires no está exenta de semejante sacrificio. Rodríguez Larreta espera compensaciones a través de financiamiento para el soterramiento del Sarmiento y hasta otras soluciones que podrían llegar desde AySA, como la deuda que la empresa pública con la Capital, además de obras pendientes.
 
El traspaso de AySa, otro capricho ideado en Uspallata, había quedado trunco en 2018 por Mauricio Macri y seguirá estándolo al menos por ahora, según precisan desde la empresa pública. Hoy la posibilidad más concreta es la del traspaso de recursos y áreas de responsabilidad para reactivar las obras del soterramiento del Sarmiento, según así lo confirmaron Noticias Urbanas cerca del ministro Mario Meoni, un hombre del Frente Renovador de Sergio Massa.
 
“Las obras están paradas, pero la idea es hacer la transferencia a Ciudad y Provincia. Está todo en análisis”, precisaron desde la cartera de Transporte. Mientras tanto, hay abiertos otros canales de diálogo de todo tipo entre Ciudad y Nación:  en los últimos días, tanto el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, como su par de Turismo y Deportes, Matías Lammens, mantuvieron reuniones con funcionarios porteños y sumando gestos de buenos vecinos. En un manto de absoluta reserva, Rodríguez Larreta apuesta a seguir fortaleciendo el canal de diálogo con los emisarios de Alberto Fernández. Y aunque no los una el amor, entienden que no hay margen para seguir cosechando odio entre la sociedad.
 
WWW.NOTICIASURBANAS.COM.AR