La crisis económica y la excesiva tardanza para decidir la concesión provocaron la salida de Keolis de la compulsa por los subtes porteños. La baja le deja el camino allanado a Metrovías, que controla desde 1994 los subterráneos porteños.
"Todos se hartaron del manoseo", explicaron a LPO fuentes del sector después de que la última de las competidoras internacionales se retirara de la competencia con un comunicado. Meses antes lo había hecho RATP-Dev, una subsidiaria de la compañía que maneja los subterráneos parisinos.
Eurnekián saca ventaja frente a Metrovías por la concesión del subte
El renunciamiento de Keolis, asociado con Helport, de Eduardo Eurnekián, ocurrió un día después de que Metrovías impugnara la evaluación del sobre técnico que le había dado un puntaje menor al de sus competidores.
Si bien solamente quedaba el análisis de la oferta económica, la impugnación de Metrovías iba a demorar aún más un proceso que ya lleva más de un año de retraso.
Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri llegaron a hablar con la primer ministra alemana Angela Merkel, el presidente francés Emmanuel Macron y con el alcalde londinense Sadiq Khan para impulsar la participación de la empresas europeas en la licitación.
La intención del alcalde capitalino era que Metrovías tuviera una competencia real en la licitación, el armado de la compulsa terminó expulsando a los rivales de la compañía de Benito Roggio. "Si se hubiera resuelto más rápido tal vez ya había otra empresa operando", dijeron a LPO.
La otra cuestión definitoria fue la debacle económica que comenzó en 2018. Los competidores entregaron los pliegos pocos días antes de que Macri anunciara un acuerdo con el Fondo Monetario.
"Fue por la economía. Las condiciones macro se deterioraron muchísimo, era un movimiento muy riesgoso para la empresa operar en el contexto actual de inflación y de inestabilidad, en medio de negociaciones de la deuda y con problemas poder girar divisas. Y además el congelamiento de las tarifas", señaló una fuente cercana a la licitación.
Solamente una catástrofe en el pliego económico de Metrovías podría hacer que la licitación quedara desierta, aunque desde el Ejecutivo porteño no descartan ninguna posibilidad.
La baja de Keolis es una excelente noticia para Roggio, que venía de reperfilar una deuda de 250 millones de dólares a través de la Compañía Latinoamericana de Infraestructura & Servicios, que reúne los cuatro segmentos operacionales de la empresa.
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