El camino que abrió la orangutana Sandra, y la jurisprudencia que sentó, sigue dando sus frutos: ahora una puma rescatada en una casa de Mataderos en octubre de 2019 fue declarada por la Justicia "sujeto de derechos" en su caracter de "animal no humano". Además, le dieron al Ecoparque la custodia definitiva del animal.
El fallo lleva la firma de la titular del Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas N° 3, Carla Cavaliere. Así convalidó un pedido del fiscal de la Ciudad Carlos Rolero Santurain, que conduce la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA).
Lola Limón es una puma concolor de aproximadamente 3 años y 6 meses de edad. Cuando la rescataron, tenía alrededor de 6 meses. La encontraron a raíz de la denuncia de un vecino, que condujo a un allanamiento en una casa de la calle Monte al 6900, en Mataderos.
El operativo se hizo el 4 de octubre de 2019, a las 11.30 de la mañana. Participaron la UFEMA, personal de la Agencia de Protección Ambiental (APRA) y del Ecoparque y las Policías de la Ciudad y Federal.
La puma dormía plácidamente en una cama cucheta. Parecía una gatita, sin embargo no lo era. Un concolor puede llegar a los 45 kilos de peso en su adultez. La familia que la tenía aseguró que la habían encontrado al costado de una ruta, en Santiago del Estero. La bautizaron Lola y la alimentaban con restos de pollo, guiso o sobras.
La causa judicial
En su momento, el fiscal Rolero Santurian desistió de llevar adelante una acusación por maltrato animal, porque la puma estaba en buenas condiciones. Sí se hicieron actuaciones administrativas por la tenencia irregular del ejemplar.
Por otra parte, y según consta en el fallo, el fiscal pidió que "se declare sujeto de derecho al ser sintiente de la especie puma concolor, hembra, joven de 3 años y 6 meses de edad aproximadamente, de nombre Lola Limón, y se disponga su libertad total, libre de cualquier medida o restricción legal, disponiéndose su custodia judicial definitiva en cabeza del Ecoparque Interactivo de la Ciudad".
La jueza Cavaliere accedió a lo solicitado por Rolero y, en su fallo, cita la jurisprudencia que sentó el caso de la orangutana Sandra, que en 2015 fue la primera gran simio del mundo en ser declarada "persona no humana" y reconocida como "sujeto de derecho, como parte de la obligación de respeto a la vida y de su dignidad como ser sintiente".
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