Horacio Gana

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Publicado: 23/06/2023
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Por Gustavo De La Fuente - Se están acercando las PASO 2023 y todo parece indicar que Horacio Rodríguez Larreta ganará dicha compulsa y se instalará muy probablemente como próximo Presidente de la Argentina.

Quizás con algún cimbronazo propio de la PASO (muchos se permiten un “gustito” en las PASO y luego votan con responsabilidad ciudadana) Larreta ha logrado los acuerdos necesarios como para ungirse muy pronto en el candidato de JXC.
Hoy, está claro: “Horacio gana” (como dicen en una mesa de bar en Caballito).
Hace algunos años, en el 2011, cuando se suponía que Mauricio Macri iba a postularse como candidato a Presidente, el sucesor natural a la Jefatura de Gobierno Porteño era Horacio Rodríguez Larreta.
Su función como Jefe de Gabinete lo colocaba en ese lugar sin aparente discusión. Conocía la gestión como nadie y así era reconocido por distintos sectores de la sociedad de la ciudad de Buenos Aires.
Por otra parte, también, se había instalado que su falta de simpatía o carisma, podía significar una dificultad inmediata para constituirse como ganador en el plano electoral.
En ese momento, un grupo de legisladores de la ciudad que trabajaban muy cerca de él, Avelino Tamargo, Jorge Garayalde y Patricio Di Stéfano, decidieron empezar a instalar el slogan “Horacio Gana” como punta de lanza para un cambio de percepción.
El equipo de Garayalde ideó una campaña con fotos de personas que, en situaciones habituales y cotidianas, del día a día, sacaban de manera inesperada un cartel pequeño que decía “Horacio Gana”. Lugo esas imágenes se instalaban con las redes sociales. Eran épocas de twitter y facebook.
Esta historia en superficie, sirve como ilustración para analizar la situación electoral actual.
Hoy Horacio Gana. Tarde o temprano, es el momento para que Larreta se consagre ganador, y luego Presidente.
Por un lado es innegable que Larreta se preparó toda la vida para ser Presidente.
Por otro lado, Larreta interpreta un camino de posicionamiento electoral necesario, imprescindible e inevitable para la Argentina que viene, después de 10 años con muchísimas falencias.
Hoy no existe puja entre partidos políticos.
Si bien es cierto que los “sellos” les dan legitimidad a los armados electorales, el camino a recorrer de ahora en adelante, desborda claramente cualquier partido o conglomerado formalizado.
Se debe marchar hacia otra forma de consenso político.
Hoy existen dos posiciones ideológicas que ocupan la atención política argentina.
Los disruptivos y los transicionales.
Los disruptivos: Milei, Macri, Bullrich, el Kirchnerismo, López Murphy, la izquierda.
Los transicionales: Larreta y su armado nacional (Morales, Lousteau, Valdez, Frigerio, por nombrar solo algunos de los más conocidos), el Frente Renovador de Massa y sectores justicialistas no kirchneristas.
Estos tres últimos compiten por el mismo espacio electoral: los moderados que aspiran a un cambio categórico pero con tranquilidad, con consensos, sin pirotecnia extraña, con profundidad pero sin traumas.
Y ante este panorama, la ventaja de Horacio R. Larreta sobre el “massismo”, es que éste lleva consigo el peso de su participación en el Frente de Todos.
Y es justamente por estar pensando en una transición inevitable, en el día después a las elecciones y al ungimiento del nuevo presidente, que Larreta quiere sumar a sectores del peronismo: Schiaretti (justicialistas no krichneristas), algunos representantes sindicales (CGT pensante) y seguramente a algunos gobernadores pragmáticos del Partido Justicialista.
Un conjunto que construya la imagen del cambio real y posible, aunque también claro y contundente.
Hoy Horacio Gana. Sin slogans, ni deseos, ni piruetas, ni carteles.
Gana porque interpreta la demanda de un amplísimo sector de la sociedad argentina. Porque garantiza el día después. Porque entiende que solo no llega ni a la esquina. Y porque comprende que la transición se convertirá en transformación solo con un consenso amplio que legitime las medidas que deban adoptarse.