Horacio Rodríguez Larreta participó en una cumbre secreta del PRO en Olivos

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Publicado: 13/05/2019
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Fueron dos horas y media de reunión. No son tiempos felices para el Gobierno. Así quedó reflejado en una cumbre secreta que el viernes mantuvieron en la residencia de Olivos Marcos Peña, María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta y Elisa Carrió.


Su intención era pasar solo a saludar, pero una vez que entró a la Casa de Huéspedes, el Presidente se prendió un buen rato en la discusión de la estrategia electoral.

El Gobierno parece poner primera rumbo a octubre. Sus principales dirigentes empezaron a discutir formalmente cuál es el mejor camino para ganarle a Cristina Kirchner. Se habló bastante de ellos en la reunión, pero esperarán a la Convención partidaria del 27 de mayo para incorporar a sus principales actores. La UCR podría conformar una comisión especial para trasladar la voz del partido a la Casa Rosada. Eso, desde luego, si no irrumpe un Cisne Negro en el encuentro en Parque Norte.

Por ahora, en la cumbre de Olivos -a la que también asistieron el diputado porteño Maximiliano Ferraro y el ex vicejefe de Gabinete Mario Quintana- se acordaron varios puntos:

Sostener tenazmente la candidatura de Macri frente a quienes quieren debilitarlo. Macri aún cree que un sector del establishment trabaja para instalar la postulación presidencial de Vidal. Carrió sospecha -y lo confesó el jueves en una entrevista en TN- que muchos empresarios preferirían que Cambiemos perdiera para que no avance la causa de los cuadernos.

Ratificar y acompañar con más fuerza que la que ha habido hasta ahora a los candidatos a gobernadores de La Pampa, Mendoza Misiones, San Juan, Chubut, Entre Ríos, Jujuy, Tucumán, Formosa, Santa Fe y Tierra del Fuego, provincias en las que se votará en los próximos 45 días. “Ganen o pierdan tenemos que estar y poner el cuerpo”, se acordó. Hubo una autocrítica por el rol que jugó Cambiemos en las provincias en las que perdió. Carrió fue dura con los diputados y senadores oficialistas que no viajan a hacer campaña. En parte, Peña le dio la razón.
Mostrar un Cambiemos unido, con mayor convergencia de sus integrantes en espacios comunes, como ocurría en 2015. “Eso nos diferencia de la oposición, que tiene internas por todos lados, en especial los que quieren instalar la tercera vía”, decía anoche uno de los asistentes al cónclave.

Dividir la estrategia electoral en dos tramos. Una está pensada hasta el 22 de junio -cuando vence el plazo para la presentación de las listas de precandidatos- y otra a partir de ese día y hasta el 11 de agosto. La principal incógnita que ansía disipar el macrismo es la candidatura de Cristina. Si por algún motivo la senadora sorprendiera y no fuera candidata “tendríamos que cambiar bastante nuestro foco de campaña”, admiten.

Macri procurará mostrarse “más cercano y afectuoso” ante los que sufren la crisis, que es una de las sugerencias que siempre le da Jaime Durán Barba. También hará incursiones proselitistas en zonas muy adversas y donde predomina el voto peronista. Uno de los participantes de la reunión confió que el primer mandatario debería hacer campaña “como es en la intimidad”, sin estar tan atado al temor de equivocarse. Cambiemos intentará dejar atrás la etapa en la que el discurso oficialista pasaba por justificar el ajuste como “único camino” para sanear los desajustes heredados. En ese punto, el viernes se celebró que el dólar haya terminado la semana “estable” tras la nueva política monetaria que fue bautizada por el FMI. Peña reveló que el ministro Nicolás Dujovne prevé una merma pequeña pero constante de la inflación para los próximos meses. Esa tendencia -esperan- podría ser clave en términos discursivos para la elección general.

El dólar estable, por caso, le permitió al Gobierno instalar en la agenda la convocatoria a la oposición a discutir 10 puntos básicos para la Argentina que viene. La semana cerró con la inauguración del viaducto del ferrocarril Mitre y la detención de los sospechosos de haber baleado al diputado Héctor Olivares y a su amigo Miguel Yadón, que murió. “Son cosas que podemos mostrar, pero que pasan de largo cuando hay tensión en los mercados”, afirman en Balcarce 50. El Gobierno trabaja en un paquete de “noticias positivas” para la clase media y clase media baja.

No se vislumbran alegrías inmediatas en el plano electoral. El macrismo sufrirá esta noche un duro mazazo. Juan Schiaretti se asegurará un nuevo período. En el Gobierno cruzan los dedos para que la diferencia con Mario Negri y Ramón Mestre no sea lapidaria. La derrota de Macri no podría adjudicarse solo a la ruptura de Cambiemos. Le costará explicar cómo hizo para caer tan bajo en la consideración de los cordobeses, que en el balotaje de 2015 lo ayudaron mucho para derrotar a Daniel Scioli. En aquel duelo, obtuvo el 71,5 %.

La situación de la UCR fue espinosa y central en la cita de Olivos. Rodríguez Larreta y Vidal -que escuchó más de lo que habló- confían en que “nadie sacará los pies del plato” y que la alianza terminará fortalecida. Pero ayer Gerardo Morales -a quien cuentan como fuerte aliado en el PRO- planteó dudas al decir que “cobra fuerza” la idea de ampliar Cambiemos. Morales tampoco descartó que Martín Lousteau pueda ir a una interna con el Presidente. En eso, la Coalición Cívica responsabiliza al propio Gobierno. Lo cree responsables de haberle subido el precio.

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