Inauguraron la renovada estación del tren San Martín en Retiro

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Publicado: 22/08/2019
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Un hall amplio y bien iluminado, baños rediseñados, comercios nuevos, boleterías reubicadas y una señalización uniforme son algunas de las mejoras, en una estación llena de emparches que no tuvo mantenimiento integral en más de un siglo.

Por más de un siglo, la estación del tren San Martín en Retiro no pareció una estación: al lado de los majestuosos edificios cercanos del Mitre y el Belgrano Norte, costaba creer que este galpón de madera y chapa fuera la cabecera de una línea ferroviaria. Y aunque su nueva versión emule su estructura original, desde las 9 de este jueves reabrió con todos los servicios de sus compañeras de cuadra. Y a las 12.30 fue la inauguración oficial.
 
Una de las reformas más importantes fue en el hall: se lo amplió para mejorar la circulación y hacer que los molinetes dejaran de estar pegados a las vías, como ocurría antes. Además, se renovaron los pisos, cerramientos y techos.
 
También se arreglaron los techos de los andenes, donde además se trabajó en los desagües, pisos, luces y mobiliario. Las veredas y fachadas fueron restauradas. Y quienes tomen los servicios de larga distancia -con destino final a Tucumán- ahora podrán esperar en una sala de preembarque exclusiva que se construyó de cero.
 
Los toques finales a la estación se dieron a contrarreloj: como pudo comprobar este diario, el lunes sus alrededores seguían siendo un caos de pasajeros del tren San Martín y de la cercana Terminal de Ómnibus, que lidiaban con la reducción de calzada, el barro y la falta de iluminación.
 
Desde mayo del año pasado hasta hace un mes, el San Martín no llegó a Retiro por las obras para la construcción de un viaducto entre Palermo y Paternal. Con el retorno del tren a su estación cabecera el 10 de julio, los pasajeros debieron enfrentarse al desafío de salir de allí por una sola puerta.
 
Este jueves estarán habilitados todos los accesos. Para mejorar la circulación en el más usado, el de la intersección de Ramos Mejía y Padre Mugica, se demolieron los locales comerciales laterales y ahora se construyen cinco nuevos: una pizzería, un maxikiosco, una cafetería, un restaurante de comidas rápidas y una lotería.
 
Otra incorporación de la estación es un Centro de Atención al Pasajero (CAP). Allí se responderán las consultas de los usuarios, se dará asistencia a personas con movilidad reducida y se otorgarán certificados por demoras o cancelaciones del servicio.
 
Las obras demandaron una inversión de $ 200 millones y se espera que beneficien a los más de 125 mil pasajeros diarios. Estuvieron a cargo de Trenes Argentinos, que depende del Ministerio de Transporte de la Nación. Tuvieron que pasar 107 años para que fueran hechas: un mito urbano dice que la estación fue construida de forma provisoria, y finalmente así quedó.
 
Los materiales con los que está construida la estructura -hierro, chapa y madera- refuerzan esta versión: no soportaron bien el deterioro de más de un siglo. “En más de 100 años la estación nunca había tenido un mantenimiento integral. Los cimientos y las bases estaban totalmente destruidas, carcomidas”, había dicho a este diario Nahuel Pena, de Trenes Argentinos, mientras avanzaban los trabajos.
 
CLARIN.COM