El Gobierno porteño volverá a habilitar las cámaras de fotomultas de avenida General Paz

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Publicado: 20/11/2019
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Las cámaras de fotomultas de la avenida General Paz, una de las vías rápidas más peligrosas de la Ciudad, volverán a encenderse el 1° de diciembre. Así lo resolvió el Gobierno porteño, que busca de esta manera reducir la cantidad de siniestros viales.

En la mayor parte de la avenida, la máxima es de 80 kilómetros por hora, un límite que se vulnera y está presente en la mayoría de los choques, que provocan muertos y heridos. 
 
El año pasado, de los 147 muertos que hubo en la Ciudad por accidentes de tránsito, 16 perdieron la vida en la avenida que separa a la Capital de la Provincia. Por eso, la decisión se imponía por sí misma. Clarín había adelantado, basado en fuentes del Gobierno porteño, que el regreso de las cámaras era inminente en mayo, pero la decisión se postergó hasta ahora, que se pondrán en práctica.
 
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Las fuentes explicaron que la decisión se anuncia con diez de anticipación a la implementación para dar un tiempo tiempo de aviso y concientización.  
 
La General Paz es utilizada por más de 300.000 vehículos por día. Las fotomultas se empezaron a realizar en 2011. Pero hace dos años se dejaron de usar. Según explicaron en la Secretaría de Tránsito y Transporte de la Ciudad, “las cámaras preexistentes fueron retiradas para realizar la obra de ensanche de la General Paz. Para volver a ponerlas se tuvo que firmar un convenio con la Dirección Nacional de Vialidad”.
 
En mayo también se explicó que "estaba pendiente una homologación", pero los equipos ya estaban colocados. "Los siniestros se dan en días y horarios de bajo flujo, lo que indica que están relacionados con excesos de velocidad", agregaron.
 
Las obras de ampliación y mejora de la General Paz se realizaron entre 2009 y 2015, y sufrieron distintas demoras. Incluyeron la construcción de un cuarto carril en la calzada central y el recambio de los puentes 25 de Mayo, Beiró, Lope de Vega y otros.
 
Según se informó, los primeros en entrar en funcionamiento serán seis radares fijos, colocados en los cruces de la General Paz con Balbín (serán dos, uno por cada sentido de circulación), Mosconi, Tapalqué (ambos en la mano al Riachuelo), Santo Tomé y Corrales (en la mano al Río de la Plata). En estas zonas, la General Paz tiene una máxima de 80 km/h, mientras que en el sector entre Panamericana y Libertador son 100 km/h.
 
En cuanto al valor de las infracciones, está vigente el cuadro que se aplica desde febrero.
 
Las multas varían según en cuánto se haya superado la máxima: Si se viola el tope en hasta 40 km/h, la sanción es de 150 Unidades Fijas, lo que a valores actuales se traduce en $ 3.210.
 
Si el exceso es de entre 40 km/h y 140 km/h, la multa es de 250 UF, o sea $ 5.350. La sanción se duplica si el infractor es un vehículo de transporte público.
 
Si se circula a más de 140 km/h, la sanción puede ir desde $ 8.560 (400 UF) hasta los $ 85.600 (4.000 UF). Esta última es la multa más cara entre todas las que existen en la Ciudad, pero sólo se aplica para los conductores reincidentes que muestren una total falta de respeto a la norma, o sea en los casos gravísimos.
 
Aunque separa a la Ciudad de la Provincia, formalmente toda la traza de la General Paz está en territorio porteño (salvo la colectora del lado del GBA). Pero es una ruta nacional, con una concesionaria, Autopistas del Sol, que también opera la Panamericana.
 
Su récord en cuanto a víctimas fatales es preocupante. En 2015, hubo 10; al año siguiente fueron 15; en 2017 llegaron a 17; y el año pasado, a 16. Es decir, 58 muertos en una sola vía de Buenos Aires.
 
De hecho, el año pasado murió más gente en la General Paz que en todas las autopistas porteñas juntas (11 víctimas). Siempre, según las estadísticas oficiales del Observatorio Vial de la Ciudad, que no sólo considera a quienes fallecieron en el acto sino también en los siguientes siete días, durante la internación médica.
 
Otros datos sirven para entender cómo fueron esos accidentes: el 44% de los fallecidos eran motociclistas, el 30% iban en un auto (conductor o acompañante) y el 19% fueron peatones.
 
En tanto, la mayor parte de los siniestros se produjeron de madrugada, entre las 2 y las 8, durante los fines de semana. Esto último está totalmente relacionado con los jóvenes que salen a bailar, y que en muchos casos conducen alcoholizados y en exceso de velocidad. Un ejemplo de esto fue el caso de Nahuel Zárate, el ex futbolista de Boca Juniors, que el 9 de septiembre pasado a la madrugada atropelló a un taxi: murieron dos personas que iban en ese vehículo.
 
clarin.com