“Durante el 2023, la demanda en los comedores comunitarios de barrios vulnerables creció un 8%”.

Comparte esta publicación:

Compartir |



Publicado: 28/01/2024
<< ANTERIOR    SIGUIENTE  >>

Visitó el estudio de AM 830 Radio del Pueblo para conversar con Tiempo Político, Mauricio Giraudo, Subsecretario de Fortalecimiento Personal, Familiar y Comunitario del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat del GCBA.

Giraudo es oriundo de Cañada Rosquín, Provincia de Santa Fe. Toda su infancia estuvo vinculada al fútbol ya que jugaba en el equipo de su pueblo. En quinto año del secundario, en la asignatura Historia, le tocó estudiar a los presidentes de la Argentina y en particular, a él, le asignaron a Alfonsín. A partir de ese momento comenzó a interesarse por temas sociales y políticos. Un año después, en la Universidad, estudiando farmacia, empezó a militar en política como estudiante. En el 89 vivió el proceso electoral de Menen y se integró a la Juventud Universitaria Peronista. Fue presidente de la JUP a nivel nacional. Luego, asumió distintos cargos en la función pública hasta la actualidad.
“En mi área está la política alimentaria, de ahí depende el programa “Ciudadanía Porteña”, que es un subsidio para comprar alimentos y artículos de limpieza de acuerdo al grado de vulnerabilidad de cada familia que se presenta. La otra asistencia que manejamos es a través de espacios comunitarios. Son 500 comedores en toda la ciudad y nosotros diariamente distribuimos alrededor de 130 mil raciones. Vamos revisando la demanda. En el 2023 la demanda creció un 8 %. Ahora es estacional el tema, entonces no podemos evaluar aun el impacto inflacionario. Puntualmente, tuvimos un pedido de los “curas villeros”, para armar cocinas de campaña, y como en enero y febrero los chicos no van a la escuela, entonces hay que cubrir esa demanda”. 
Explicó un fenómeno nuevo que está aconteciendo en barrios de clase media y media baja, como por ejemplo Pompeya y Barracas. Ha crecido la demanda para los Centros de Primera Infancia (CPI) ya que muchas familias han dejado de pagar un jardín de infantes privado, y los padres, por trabajo, están obligados a dejar a los chicos en alguna parte.
“Los espacios comunitarios alimentarios tiene una capacidad finita, aunque quisieran, muchos no pueden aumentar la oferta por temas operativos. Todo el trabajo se hace con voluntarios desde las 6 de la mañana. Nosotros como Estado les brindamos los alimentos secos y frescos, nada más. No cocinamos. Además, quedó la modalidad post pandemia de llevar las raciones del comedor al hogar”.
Nos contó que ya han conversado con las autoridades de desarrollo social a nivel nacional para articular políticas de contención para situaciones de gravedad. 
“Hay que ser eficientes y precisos, pero en momento de crisis, la necesidad es urgente, la demanda aumenta y los recursos son finitos. No debemos superponernos”.