Son sectores cercanos al peronismo que reclaman por falta de alimento en comedores populares.
"Voy a atender uno por uno a la gente que tiene hambre", había dicho la ministra de Milei.
La respuesta de la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello a los dirigentes y manifestantes de las organizaciones sociales de la UTEP que se movilizaron el jueves hasta sus oficinas en el barrio porteño de Retiro para entregarle un petitorio por la falta de alimento en comedores populares no tardó en viralizarse.
“Tiene hambre la gente, que venga. Voy a atender uno por uno a la gente que tiene hambre, pero no a los referentes. ¿Tiene hambre la gente? Voy a atender uno por uno a la gente que tiene hambre, no a los referentes. Vengan de a uno que les voy a anotar el DNI, el nombre, de dónde son y van a recibir ayuda individualmente”, contestó la ministra en el ingreso de la Casa Patria Grande Néstor Kirchner, en el barrio de Retiro, donde tiene sus oficinas principales.
Un rato después, a pesar del calor agobiante, Pettovello se instaló detrás de una mesa de jardín en el patio delantero que sirve de garaje de la dependencia ubicada en Carlos Pellegrini y Juncal junto a un colaborador que esperaba -planilla en mano- que los manifestantes aceptaran su invitación e ingresara para comentarles sus necesidades alimentarias uno a uno. Nadie pasó. “Vamos a solucionarle los problemas a la gente, pero no nos vamos a dejar extorsionar por los gerentes de la pobreza que manipulan la voluntad de los que más necesitan”, insistió la ministra a través de un comunicado.
En el Ejecutivo respaldaron a Pettovello, una de las ministras que más confianza tejió con el Presidente. El vocero presidencial Manuel Adorni resaltó en su conferencia de prensa matutina de este viernes la tarea de la ministra y siguió confrontando con las organizaciones. “Quiero destacar la actitud de la ministra Sandra Pettovello al enfrentarse ayer de los gerentes de la pobreza y a ponerse a disposición de cada una de las personas que sienta tener una necesidad. Quedó demostrado que los gerentes de la pobreza y el negocio con los pobres existe. No vamos a permitir que siga ocurriendo”, señaló Adorni, que el jueves acompañó a la secretaria general de Presidencia Karina Milei al Congreso después de que se conociera que su hermano fue contratado como asesor en el ministerio de Defensa.
El deseo de la ministra está a punto de hacerse realidad, con una foto incómoda (pero no espontánea) que refleja la escasez de alimentos en comedores, potenciada por la inflación y por la decisión del Gobierno de pisar el envío de bolsones de comida a miles de comedores.
Los movimientos sociales que integran la UTEP, que además se apersonaron en un centenar de supermercados para pedir alimentos y por la tarde del jueves también se manifestaron en el Congreso contra la ley ómnibus, movilizarán el lunes a miles de personas hasta las oficinas de Pettovello. “Vamos a hacer una fila para que los atienda uno a uno, como pidió. Tendremos que dar varias vueltas a la manzana”, expuso uno de los referentes del Evita y Somos Barrios de Pie, que impulsan la acción.
Durante la movilización del jueves, casi todos los militantes sociales esperaron en la vereda y unos pocos lo hicieron en la calle, pero no hubo conflicto con la policía porteña. En cambio, sí hubo choques entre los manifestantes y la Policía Federal cuando algunos dirigentes sociales quisieron ingresar al edificio ministerial. Duró poco: la división de infantería de la fuerza corrió a los manifestantes con sus escudos y rociándolos con gas pimienta.
El Gobierno se jacta de haber aumentado en un 75% los montos de las tarjetas alimentarias de manera individual. Sin embargo, hasta el momento las transferencias solo se habrían hecho a 2 mil establecimientos de los por menos 10 mil existentes. “Ignoran que la demanda en los comedores ha crecido en un 60 por ciento por la crisis”, sostuvo el secretario general de la UTEP Alejandro Gramajo, referente del Movimiento Evita.
El Ejecutivo, en tanto, avanza con una auditoría a los comedores. Fuentes oficiales y de los movimientos coinciden en que aquella que circula en el Registro Nacional de Comedores y Merenderos Comunitarios (ReNaCoM) no es confiable y no está actualizada. Se anotaron allí más de 40 mil.
Aunque el Gobierno reitera que no habla con los referentes sociales, Pettovello había delegado esa tarea (vía Pablo de la Torre) en Omar Alkaddour, pero los movimientos de la UTEP sostienen que hace días que se interrumpió el diálogo y en el Ejecutivo no confirman si el funcionario (que no fue nombrado) sigue en funciones.
Además del reclamo por alimentos, los dirigentes sociales también reclaman por la dificultad para conseguir al precio establecido ($6 mil) las garrafas sociales en los barrios del Conurbano, donde el costo se triplica.
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